El eterno debate: ¿Barcelona o Madrid? Las dos ciudades más grandes de España tienen mucho que ofrecer a su manera y, debido a que pueden ser tan diferentes en muchos aspectos, a menudo se las compara.
La comida es una parte integral de la cultura española y una de las principales formas de distinguir a Barcelona y Madrid. A continuación se muestran algunos platos tradicionales de ambas ciudades: ¿Qué metrópolis culinaria gana su voto?
Barcelona
Favoritos catalanes
Con recetas que se remontan al siglo XIX, las Faves a la Catalana son un guiso de alubias de ultramar que se cocina tradicionalmente con morcilla, pimentón, vino blanco, tomate y tocino. Popular en invierno, se prepara en una cazuela de barro y se sirve con pan fresco y tierno.
Mandongills con Sipia
Un clásico de la cocina catalana, las mandonguillas amb sipia combinan las delicias del mar y la montaña en esta mezcla de carnes y mariscos. El plato consiste en albóndigas cocinadas con sepia y guisantes en una salsa rica y sabrosa. Con la disponibilidad de pescado fresco y carne jugosa, las mandonguillas amb sípia son la combinación perfecta de mar y tierra.
fricando
Otro guiso típico de la región, el Fricando, se elabora con carne de res y champiñones a fuego lento y se sirve con una picada (salsa catalana) a base de hierbas, ajo, cebolla y vino. La carne se cocina para que se derrita en la boca y, aunque cada familia en Barcelona tiene su propia versión de la receta, sigue siendo un plato básico en la región durante años.
Madrid
bocadillo de calamares
Servido más como refrigerio o comida rápida, este alimento extremadamente popular es literalmente un sándwich relleno de calamares. Aunque poner calamares fritos en un panecillo o chapata puede no parecer una delicia, los bocadillos de calamares son populares en la capital española. Junto a la estación de tren más grande de la ciudad, Atocha, se sirven cada día más de 2.000 de estos bocadillos.
Cocido Madrileño
Traducido como «estofado madrileño», este abundante plato es un guiso de garbanzos que se come en Madrid durante siglos. La tradición dicta que cada ingrediente, que incluye diversas carnes y verduras, se prepare y sirva por separado, estando la olla destinada a cada nuevo sabor. Además, las sobras de la comida se suelen utilizar para hacer croquetas españolas.
Callos a la madrileña
No apto para pusilánimes, los callos a la madrileña son un plato elaborado con callos cocinados a fuego lento durante horas. Finalmente, los callos se cuecen en un rico caldo que incluye morcilla, morro de cerdo, rabo de toro, chorizo y verduras picadas. Aunque es un sabor muy distinto, hay pocos platos tradicionales que un madrileño elegiría si tuviera la opción.
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