Al menos 951 inmigrantes murieron intentando llegar a España en el primer semestre de 2023, según un informe de la organización de seguimiento española Ca-minando Fronteras. Foto de archivo de Brais Lorenzo/EPA-EFE
6 de julio (UPI) — Al menos 951 inmigrantes han muerto intentando llegar a España este año, según un informe publicado el jueves por el grupo de derechos humanos español Caminando Fronteras.
EL informe encontrado 19 barcos que transportaban inmigrantes han desaparecido junto con todas las personas que iban a bordo, según datos recopilados comparando fuentes oficiales con relatos de testigos presenciales e información recopilada por defensores.
De media, cinco personas murieron cada día intentando llegar a España por mar durante el primer semestre del año, entre ellas 49 niños y 112 mujeres.
El informe revela que las víctimas procedían de al menos 14 países, entre ellos Marruecos, Argelia, Camerún, Etiopía, Malí, República Democrática del Congo, Gambia, Guinea, Costa de Marfil, Senegal, Sri Lanka, Comoras, Sudán y Siria.
Ca-minando Fronteras identificó cuatro rutas específicas que siguen los migrantes en su intento de llegar a España. Al menos 778 personas murieron en la ruta de Canarias, mientras que 108 personas fallecieron en la ruta de Argelia, 50 en la ruta del Estrecho de Gibraltar y 21 en la ruta de Alborán.
Según el informe, la falta de asignación de recursos adecuados a las operaciones de búsqueda y salvamento, así como los «intereses geopolíticos vinculados al control migratorio más que a la defensa del derecho a la vida», que rigen la coordinación entre las autoridades españolas y marroquíes, contribuyeron a la tragedias.
Ca-minando Fronteras también identificó violaciones de derechos humanos contra migrantes que sobrevivieron el viaje a España.
«Las víctimas supervivientes sufrieron encarcelamiento, desplazamiento forzado, agresiones físicas y detención en virtud de la Ley de Extranjería. A las víctimas desaparecidas se les negó el derecho a ser localizadas», señala el informe. «Las víctimas cuyos cuerpos fueron encontrados padecían el entierro en fosas comunes, la ausencia de protocolos de identificación con garantías y la ausencia de entierros dignos que respetaran las creencias que practicaban durante su vida».
La organización dice que publicó los datos para que las víctimas no sean olvidadas y con la esperanza de que se implementen políticas más humanas.
“Estas cifras son parte de un proceso de reconstrucción de la memoria: las contamos para no olvidarlas, las publicamos para sus familias y sus comunidades, como una herramienta para seguir luchando para que las fronteras dejen de ser espacios sin derechos”, dijo Helena Maleno Garzón, coordinadora de Ca-minando Fronteras.
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