Soldados y bomberos luchan para controlar un nuevo incendio forestal en la isla española de Tenerife, que ha obligado a unas 3.000 personas a abandonar sus hogares por motivos de seguridad, según informó este jueves el Gobierno de Canarias.
El incendio, que comenzó el miércoles, se centra en las localidades de Santa Úrsula y La Orotava, en el noreste montañoso de la isla, alejadas de las principales zonas turísticas del suroeste de Tenerife.
La misma zona sufrió en agosto uno de los peores incendios forestales en décadas, cuando se quemaron 14.000 hectáreas (35.000 acres) de bosques de pinos y matorrales y unos 12.000 residentes fueron evacuados en varias semanas. Aunque este incendio forestal fue controlado, nunca fue extinguido por completo. Periódicamente siguieron estallándose pequeños incendios en la misma zona debido a los vientos y las altas temperaturas.
En la operación de extinción del incendio participaron unos 120 agentes, entre militares y bomberos, según informó el Gobierno de Canarias. Hasta el momento, sólo se ha visto afectada una superficie de 30 hectáreas (70 acres).
La isla, como el resto de España, sufre desde hace varios años una intensa sequía y temperaturas inusualmente altas hasta ahora en octubre.
Las siete Islas Canarias están situadas frente a la costa noroeste de África y al suroeste de la España continental.
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