La situación política de España, mi país, se ha vuelto muy interesante en los últimos años, y lo ha sido cada vez más en los últimos meses. Lo cierto es que desde el anuncio de los resultados de las últimas elecciones generales en España, el pasado 23 de julio, el debate público y el ambiente político han estado más que animados. El Partido Popular quedó primero con 137 diputados, mientras que el PSOE, partido en el poder durante cinco años y liderado por el presidente Pedro Sánchez, quedó segundo con 121 diputados. En tercera posición se encuentra el partido de extrema derecha VOX con 33 diputados y en cuarto lugar el partido de izquierda Sumar con 31 diputados. Aunque los mencionados anteriormente son partidos nacionales, también hay que tener en cuenta a los partidos regionalistas y nacionalistas locales que actualmente ostentan la llave y el control de la gobernanza en España.

Estos partidos son ERC (7 diputados) y JxCAT (7 diputados), que son nacionalistas catalanes de izquierda y derecha respectivamente. Además, Bildu (6 diputados) y el PNV (5 diputados), nacionalistas vascos, son el primero por izquierda y el segundo por derecha. Luego está el BNG, un partido nacionalista gallego de izquierda con un diputado; otro es Coalición Canaria, partido regionalista de derecha en Canarias; también está, con un diputado, UPN, un partido regionalista de derecha de Navarra.

A partir de estos resultados, la configuración de las mayorías parlamentarias debe articularse de tal manera que un candidato obtenga 176 votos o más, es decir, más votos a favor que en contra, en la segunda vuelta para obtener su nombramiento como presidente del gobierno. El candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoó, fue propuesto por el rey Felipe VI para intentar ser investido jefe de Gobierno, pero fracasó. Tuvo su oportunidad la semana pasada, con una toma de posesión en la que se postuló sin suficiente apoyo y perdió la primera y la segunda votación.

Tras una segunda ronda de contactos entre el Rey de España y todas las fuerzas políticas, deben proponer otro candidato a la presidencia del Gobierno, que pueda contar con el apoyo del Congreso de los Diputados y obtener la mayoría de la cámara para ser presidente. . Esta vez el rey propuso a Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del gobierno. Tendrá que obtener apoyo suficiente para invertir sumando más de 176 votos, más votos a favor que en contra.

Esto será muy complicado ya que los pequeños partidos localistas, regionalistas y nacionalistas dudan en brindar su apoyo sin garantías de cumplimiento de los exigentes acuerdos que exigen al gobierno central. El presidente Sánchez tendrá que negociar duramente con estos partidos, que pueden apoyarle para obtener su candidatura. Que haya un nuevo presidente de gobierno depende del apoyo de muchos de estos pequeños partidos que exigen transferencia de poderes y grandes sumas de dinero económico para sus comunidades e inversiones. El presidente tendrá que decidir si el gobierno puede hacerlo. El tema más complicado de negociar será la amnistía solicitada como condición por el partido JXCAT para resolver el conflicto en Cataluña. También será difícil negociar con ERC, un partido cuyos dirigentes pedirán mucho para apoyar la toma de posesión del presidente Sánchez (PSOE). La celebración de un referéndum de autodeterminación vinculante en Cataluña, por tanto, no tendrá dificultades para que el presidente obtenga su investidura ya que también tendrá que negociar con los nacionalistas de Galicia y el País Vasco, que también quieren ventajas para sus propias comunidades.

Personalmente creo que se medirán con mucho cuidado los movimientos del presidente español, así como sus decisiones políticas en torno a los pactos para lograr su propia investidura. Creo que el presidente quiere lanzar un nuevo proyecto progresista y ambicioso para el país, pero antes de necesitar el apoyo del Congreso, debe negociar muchas cosas con los demás grupos políticos, y eso no será fácil ni rápido. Esto lleva tiempo y paciencia. De hecho, lo más complicado será conceder un referéndum de autodeterminación a Cataluña, cuya legalidad está en duda. Probablemente sea más viable conceder una amnistía como pide el partido de Puigdemont (JXCAT) para resolver el problema en Cataluña y una amnistía por las irregularidades cometidas por los líderes del procés.

Veremos cómo acaba todo esto. No sé cómo terminará esto, pero sin duda serán unas semanas interesantes para los entusiastas de la política.