La familia dos Santos está envuelta en una pelea por el lugar donde será enterrado el difunto presidente angoleño.
Una hija del expresidente angoleño José Eduardo dos Santos ha apelado la decisión de un tribunal español que ordena que su cuerpo sea entregado a su viuda y enviado a casa para su entierro.
El caso fue presentado el jueves por Tchize dos Santos, su hija de 44 años.
El expresidente dirigió con mano de hierro a la nación africana rica en petróleo desde 1979 hasta 2017, falleció en Barcelona el 8 de julio a los 79 años tras sufrir un paro cardíaco.
Desde entonces, la cuestión de cuándo y dónde será enterrado ha enfrentado al gobierno angoleño y su viuda, Ana Paula, con algunos de sus hijos adultos.
El martes, un juzgado de Barcelona ordenó la entrega de sus restos a Ana Paula y autorizó «la repatriación y traslado internacional de (sus) restos a Angola».
Pero su hija apeló, argumentando que la corte carecía de jurisdicción para escuchar lo que era esencialmente un caso civil, según mostraron documentos judiciales.
El recurso también sostiene que dos Santos y Ana Paula estaban separados desde 2017 y «no vivían en una situación de normalidad marital».
Tchize dos Santos ha dicho en repetidas ocasiones que su padre quería ser enterrado en Barcelona, donde residía principalmente desde su dimisión en 2017.
También argumenta que el entierro de su padre en Angola se usaría para favorecer al actual gobierno de Joao Lourenço antes de las elecciones cruciales en la ex colonia portuguesa el 24 de agosto.
Apenas unos días después de su muerte, se realizó una autopsia a pedido suyo con el argumento de que había muerto en «circunstancias sospechosas».
A mediados de julio, un tribunal español se negó a entregar su cuerpo hasta que se completaran las pruebas y se decidiera a qué pariente se entregaría su cuerpo. La autopsia mostró que murió «por causas naturales».
Durante el gobierno de dos Santos, que duró casi 40 años, los miembros de su familia capitalizaron la riqueza petrolera del país mientras la mayoría de los angoleños permanecían sumidos en la pobreza.
Cuando renunció en 2017, dos Santos entregó el cargo a Lourenço, el exministro de Defensa.
Pero Lourenço rápidamente se volvió contra su exjefe, lo que provocó una campaña anticorrupción para recuperar miles de millones que sospechaba que habían sido desviados por dos Santos, una campaña que se ha centrado en la familia del expresidente.
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