En el centro de esta disputa está el estatus de residencia de Shakira entre 2012 y 2014, cuando los fiscales alegaron que vivía en España pero indicaron su residencia oficial en otro lugar.
Según la legislación española, se consideran residentes fiscales las personas que permanecen en el país más de seis meses. Pero Shakira dice que España no era el lugar donde residía principalmente en ese momento.
En julio, los fiscales publicaron un documento que afirmaba que compró una casa en Barcelona en 2012, que se convirtió en una casa familiar para ella y su entonces pareja, el futbolista del Barcelona Gerard Piqué.
Sus abogados dijeron que hasta 2014 la mayor parte de sus ingresos procedían de giras internacionales y pasaba largas temporadas fuera de España.
“Las autoridades fiscales españolas vieron que estaba saliendo con un ciudadano español y empezaron a salivar. Está claro que querían recuperar ese dinero a toda costa”, dijo a la revista Elle.
Shakira declaró España como su residencia fiscal en 2015. Dijo que pagó 17,2 millones de euros (£ 15 millones) en impuestos y que no tenía deudas pendientes.
En un caso separado en 2019, Piqué fue multado con 2,1 millones de euros (1,8 millones de libras esterlinas) por la Audiencia Nacional española por evasión fiscal entre 2008 y 2010.
La pareja anunció su separación a principios de junio tras 11 años de relación. Tienen dos hijos juntos, de siete y nueve años.
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