Una importante localidad turística de la Costa del Sol ha cancelado 600 licencias de alojamiento turístico.
Las propiedades afectadas no podrán convertirse en apartamentos estilo Airbnb porque no tienen una entrada independiente para sus huéspedes.
Fuengirola anunció esta semana la medida con el objetivo de «hacer sostenible la actividad turística» y «en armonía con el bienestar de los residentes».
Esta decisión se produce tras una decisión de la Junta de febrero que modificó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Da a los ayuntamientos la facultad de rechazar solicitudes de licencias de alojamiento turístico si el alojamiento en cuestión no tiene una entrada independiente al edificio.
Fuengirola tomó medidas para reducir el número de alquileres estilo Airbnb después de que un estudio encargado recientemente descubriera que estaban «presionando» la capacidad de los residentes para alquilar y comprar viviendas.
La concejala de Urbanismo, Rocío Arriaga, afirmó: “El ayuntamiento pretende, con esta iniciativa, ya extendida en otros municipios turísticos españoles, hacer sostenible la actividad turística, como eje central de la economía, en armonía con el bienestar de los vecinos.
“Es un modelo de calidad que sigue haciendo atractivo el destino y garantiza el confort de los residentes. »
Pero el ayuntamiento ha ido más allá y hará que los propietarios de apartamentos turísticos paguen el mismo tipo impositivo que los hoteles, hostales y pensiones, haciendo la actividad algo menos rentable.
El gobierno dijo en un comunicado que se podrían tomar más medidas en un futuro próximo.
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