«Nunca, nunca lo olvidaré».
Michael Orbell vio el funeral en su habitación en la casa de retiro Royal Star & Garter para ex miembros del servicio militar en Surbiton, al suroeste de Londres.
«Solo nosotros podríamos hacer eso en el Reino Unido, algo así, con tanta pompa y solemnidad para una persona notable».
Para Michael, la parte más conmovedora del día fue ver el desfile del ataúd de la Reina por la Abadía de Westminster. «Había tanta solemnidad allí», dijo.
«Fue extraño lo perfecto que era todo, ni un paso fuera de lugar, los tambores sonando, todos los sindicatos en marcha, fue asombroso, nada parecía salir mal».
Michael, que sirvió en la RAF en la década de 1950, dijo que hoy sentía que él y muchos otros habían dado por sentada a Isabel II.
«La extraño terriblemente porque siempre estuvo ahí y nunca nos defraudó».
Michael, quien recibió un MBE de la Reina en 2012, agregó que la reacción pública a la muerte de la Reina ha sido «muy conmovedora».
«Fue maravilloso de ver, muy conmovedor de ver, porque nunca vamos a experimentar algo así en mi vida. Este amor que se derrama por Su Majestad, un amor imparable».
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