El séptimo informe mundial anual de La lanceta Cuenta atrás para la salud y el cambio climático destaca que el Mediterráneo se está calentando más rápido que el resto del planeta.
Un proyecto coordinado por el Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC), este informe se centra en Europa y expone los aumentos alarmantes en los riesgos para la salud que los países europeos ya están experimentando debido a una mayor exposición a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos – mayor riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, enfermedades relacionadas con el calor y muerte por exposición a la contaminación del aire.
Según el informe, la exposición a Olas de calor entre la primera y la segunda décadas del siglo XXI aumentó un 57% de media, con aumentos en algunas regiones de más del 250%. En consecuencia, la mortalidad relacionada con el calor aumentó en 15 muertes anuales por millón de habitantes por década entre 2000 y 2020.
Otro gran problema es el agua: El 55 % de las regiones europeas experimentaron sequías estivales extremas o excepcionales entre 2011 y 2020. Sequías, inundaciones y otros fenómenos extremos provocaron pérdidas récord en 2021. Estas ascendieron a casi 48.000 millones de euros, dice el informe. El director del departamento de ciencias de la tierra del BSC, Francisco Doblas-Reyes, dice que el problema es particularmente delicado en el Mediterráneoque «se está calentando más rápido que el resto del mundo y es el foco del cambio climático».
Proyecciones para temperaturas en España y el Mediterráneo hasta 2100 indican que podrían subir entre dos grados y, en el peor de los casos, hasta ocho grados. Estas cifras son “especialmente preocupantes por la presión del agua en esta zona”.
Otro factor es que las olas de calor y las altas temperaturas serán más frecuentes. Esto tendrá un impacto en salud de las personas en españael país europeo con mayor esperanza de vida en este momento pero con una población muy envejecida.
Doblas-Reyes añade que el Mediterráneo es una de las zonas del planeta que «más sufrirá» los efectos ya visibles del cambio climático, con uno de los octubres más calurosos de la historia. El aumento de las temperaturas facilita la transmisión de enfermedades infecciosas que en el siglo pasado tuvo poca presencia en Europa. La idoneidad climática para la transmisión del dengue ha aumentado un 30 % en la última década en comparación con la década de 1950 y el riesgo de epidemias del virus del Nilo Occidental ha aumentado un 149 % en el sur de Europa entre 1986 y 2020 en comparación con el período 1951-1986.
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