El beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) de enero a septiembre cayó un 19,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior hasta los 146,4 millones de euros, atribuyéndolo Almirall a mayores inversiones y desinversiones de productos.

La compañía, que la semana pasada anunció inesperadamente la dimisión de su consejero delegado, Gianfranco Nazzi, mantuvo su previsión de EBITDA para 2022 entre 190 y 210 millones de euros.

Almirall registró un beneficio neto en nueve meses de 10,9 millones de euros, recuperándose de una pérdida de 39,4 millones de euros en el mismo período del año pasado, pero inferior al beneficio neto de 27,3 millones de euros en el primer semestre anunciado en julio.

Almirall no ha hecho públicas las cifras de beneficios netos del tercer trimestre.

Sus ventas netas base de nueve meses, que excluyen ingresos diferidos y ciertas regalías, aumentaron un 5,3% a 633,8 millones de euros.

Sin embargo, han disminuido un 19,8% en Estados Unidos, donde Almirall se ha visto afectado por el impacto de los genéricos en los últimos años.

“Estamos satisfechos con el buen impulso comercial que vimos en el tercer trimestre, con nuestros motores de crecimiento mostrando un fuerte crecimiento”, dijo el presidente y director ejecutivo interino de Almirall, Carlos Gallardo, en un comunicado.

«Nuestro negocio principal continúa funcionando bien, en línea con nuestras expectativas, lo que nos coloca en el camino para cumplir con nuestra guía financiera para 2022».

($1 = 0,9990 euros)

(Reporte de Joan Faus; Editado por John Stonestreet y Mark Potter)