La fila de control de pasaportes posterior al Brexit ha dejado a Gibraltar en el limbo, ya que las conversaciones entre el Reino Unido y España no lograron llegar a una resolución.
El Territorio Británico de Ultramar ha estado en el centro de las conversaciones entre funcionarios británicos, europeos y españoles desde 2020.
Hace tres años se llegó a un acuerdo temporal que permitía el paso a la mayoría de las personas que entraban en Gibraltar después de mostrar documentos de identidad o pasaportes.
Desde entonces, el gobierno español ha exigido que cualquier persona que desee cruzar la frontera sea controlada por agentes españoles en el continente.
Los funcionarios británicos, sin embargo, se han resistido a cualquier forma de control de pasaportes por parte de los funcionarios españoles y dijeron que Frontex, la agencia fronteriza de la UE, debe seguir haciéndolo.
«Para tener fluidez de movimiento entre Gibraltar y España, debe haber controles Schengen en el aeropuerto», dijo al Financial Times un funcionario español involucrado en las conversaciones.
“No hay duda. Es la única forma. El control de pasaportes lo tiene que hacer la Policía Nacional.
Los funcionarios británicos han sugerido que los guardias fronterizos españoles traten a los viajeros que se dirigen al enclave desde los aeropuertos británicos, al igual que los funcionarios franceses en Londres hacen con los trenes Eurostar a París y Bruselas.
Esta semana, el secretario de Relaciones Exteriores, James Cleverly, y el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, se reunieron para discutir el territorio que España cedió al Reino Unido en 1713.
Ambos acordaron trabajar ‘constructivamente hacia un acuerdo’, y el Sr. Cleverly agregó: ‘El compromiso del Reino Unido con Gibraltar sigue siendo más fuerte que nunca. Seguimos trabajando codo con codo para concluir un tratado europeo lo antes posible.
“A lo largo de las negociaciones, hemos presentado propuestas que mantienen el equilibrio cauteloso del marco de política de diciembre de 2020 y podrían impulsar el crecimiento económico para todos en la región”.
Un gran número de trabajadores cruza la frontera para trabajar en Gibraltar, mientras que muchos lugareños también viajan al continente para ir de compras y utilizar las playas y los campos de golf.
José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, dijo que su Gobierno no podía negociar ‘eternamente’ con Reino Unido el pasado mes de diciembre, mientras que en Londres se teme que si el conservador Partido Popular español gana las elecciones generales, esto dificulte aún más cualquier acuerdo.
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