Carles Puigdemont, el ex líder catalán en el exilio, escapó de una persecución policial masiva y huyó de España, anunció su partido.

Las autoridades españolas lanzó una gran persecución para Puigdemont el jueves después de su sorpresivo regreso a España, donde pronunció un breve discurso ante una multitud en Barcelona y luego desapareció.

España busca al hombre de 61 años por cargos relacionados con el fallido intento de independencia de Cataluña en 2017.

Después de 24 turbulentas horas huyendo, Puigdemont ahora está de regreso en Bélgica, donde vive, dijo el viernes el secretario general de su partido, Jordi Turull.

En 2017, los líderes independentistas de Cataluña, incluido Puigdemont, celebraron un referéndum (considerado ilegal por el Tribunal Constitucional de España) y posteriormente declararon la independencia de la región.

Poco después, Madrid impuso un gobierno directo sobre la región y Puigdemont huyó a Bélgica.

Ha vivido la mayor parte de los últimos años en Bruselas.

Al regresar después de siete años en el exilio, Puigdemont se dirigió brevemente a cientos de seguidores reunidos cerca del parlamento catalán en Barcelona.

«¡Viva Cataluña libre!», dijo el jueves a sus seguidores y a los periodistas internacionales, antes de precisar que había regresado «para recordarles que todavía estamos aquí».

«Organizar un referéndum no es ni será nunca un delito», añadió Puigdemont antes de desaparecer rápidamente.

En una entrevista con la emisora ​​de radio RAC1 el viernes, Turull dijo que sabía que el ex líder catalán estaba en Bruselas, pero no podía confirmar si había regresado a su casa en el municipio de Waterloo.

El comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, la policía catalana, Eduard Sallent, dijo a los periodistas el viernes que no tenía información sobre el paradero de Puigdemont y que el plan era detenerlo «en el lugar más adecuado».

Confirmó que dos agentes habían sido detenidos como sospechosos de ayudar a Puigdemont a huir y añadió que «es posible que otros Mossos le ayudaran en su fuga» y que la policía seguiría el procedimiento penal y el procedimiento administrativo adecuado a cada caso.

Según los medios españoles, un policía es el propietario del coche en el que Puigdemont huyó después de su discurso. La policía negó cualquier connivencia con el exlíder.

En cambio, supuestamente “aprovechó la cantidad de gente que tenía a su alrededor y huyó en un vehículo que los Mossos intentaron detener pero sin éxito”.

Según el secretario general del partido, Puigdemont había estado en Barcelona desde el martes antes de hacer su aparición sorpresa frente al parlamento de Barcelona el jueves.

Turull dijo que el ex líder separatista cenó en Barcelona el martes por la noche y pasó todo el miércoles y jueves en la zona.

Su aparición coincidió con la toma de posesión del socialista Salvador Illa como nuevo presidente de Cataluña.

Se lanzó una persecución, con controles de carreteras establecidos temporalmente alrededor de Barcelona y la televisión española mostró imágenes de La Jonquera, un municipio fronterizo con Francia, donde se podía ver a la policía deteniendo coches y revisando los cofres.

La policía catalana se enfrenta al escrutinio de un juez del Tribunal Supremo español, que ha exigido una explicación de por qué Puigdemont pudo escapar.

El juez Pablo Llarena, que emitió la orden de arresto contra Puigdemont, también cuestionó al Ministerio del Interior español sobre sus planes de arrestos en la frontera.

En documentos difundidos por el Tribunal Supremo, Llarena pidió al ministerio que explicara qué órdenes se dieron para detenerlo «después de su fuga».

El viernes, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, dijo que la búsqueda de Puigdemont era responsabilidad de los Mossos, como autoridad encargada de hacer cumplir la ley en Cataluña.

Pero el director general de los Mossos, Pere Ferrer, dijo que los acontecimientos del jueves dejaron a la policía «en una situación que no merecen» y que culpar a los agentes de «cuestiones políticas no resueltas es un mal negocio».