MADRID (AP) — El primer trabajo forense debía comenzar el lunes en un intento por exhumar los cuerpos de 128 víctimas de las fuerzas del difunto dictador Francisco Franco, que se encuentran entre las decenas de miles de personas enterradas anónimamente en cajas de madera bajo tierra en un mausoleo.
El equipo de una quincena de peritos forenses, arqueólogos, forenses y odontólogos trabajará en la extracción de muestras de los restos del Mausoleo del Valle de Cuelgamuros, antes conocido como Valle de los Caídos o Valle de los Muertos, e intentará relacionarlas con ADN de los familiares supervivientes. Se instaló un laboratorio especial en el mausoleo.
Más de 30.000 víctimas franquistas están enterradas sin identificación en el mausoleo. Las 128 personas buscadas por los expertos son aquellas cuyos familiares han solicitado hasta el momento la identificación y la devolución de sus cuerpos. Los expertos tienen pistas sobre dónde están las cajas que buscan.
Las exhumaciones, si tienen éxito, serán las primeras para las víctimas bajo las leyes de memoria histórica de España que tienen como objetivo reparar a las víctimas de Franco y cambiar la forma en que se percibe la dictadura en España.
«Finalmente, y quizás durante demasiado tiempo, la democracia española ha estado dando una respuesta a estas víctimas», dijo la portavoz del gobierno, Isabel Rodríguez, a la televisión nacional española TVE.
El mausoleo grandioso, con una imponente cruz visible a millas (kilómetros) de distancia, fue el lugar de entierro de Franco y siempre ha sido un santuario reverenciado para sus seguidores de extrema derecha. Fue construido con trabajo penitenciario forzado para conmemorar la victoria fascista en la guerra civil.
En 2019, el gobierno socialista ordenó el retiro de los restos de Franco en virtud de una ley de memoria histórica enmendada que prohibía la exaltación del dictador en el lugar.
En abril de este año, el cuerpo de José Antonio Primo de Rivera, fundador del movimiento fascista Falange Española, fue exhumado del lugar y trasladado a un cementerio madrileño.
Se espera que el trabajo de exhumación tome semanas, si no meses. Ciertamente, no estará terminado antes de las elecciones del 23 de julio, en las que el Partido Popular de derecha, o PP, podría derrocar al gobierno de coalición de izquierda liderado por los socialistas.
El PP se ha opuesto durante mucho tiempo a la Ley de Memoria Histórica y dijo que la abandonaría si fuera elegido.
Muchas de las víctimas de Franco fueron enterradas primero en fosas comunes, que fueron excavadas a pedido de Franco. Los cuerpos fueron trasladados al mausoleo para llenar el sitio con bajas de ambos bandos.
El año pasado, España renovó la legislación sobre memoria histórica para anular decisiones judiciales tomadas durante la dictadura. Hace responsable al gobierno central de recuperar los cuerpos aún desaparecidos de decenas de miles de personas desaparecidas forzosamente por el régimen.
Se estima que 100.000 víctimas están enterradas en tumbas sin nombre o zanjas al borde de la carretera en todo el país.
Franco y otros oficiales rebeldes encabezaron un levantamiento en 1936 que derrocó al gobierno elegido democráticamente de España. La guerra civil que siguió terminó en 1939 con cientos de miles de muertos y el país quedó en ruinas.
Tras la victoria de Franco, gobernó el país con mano de hierro hasta su muerte en 1975.
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