Los hutíes, respaldados por Irán y que controlan gran parte de Yemen, incluida la capital Saná, han atacado barcos comerciales en el Mar Rojo desde octubre que, según dicen, tienen vínculos con Israel o navegan hacia Israel. Dicen que están actuando en solidaridad con los palestinos atacados por las fuerzas israelíes en Gaza.
«Estamos dispuestos y abiertos a considerar una operación de este tipo, pero no en el marco de la Operación Atalanta», dijo Sánchez, en referencia a la actual misión de la UE.
Dijo que había dejado claro a los aliados de Madrid en la OTAN y la UE que la Operación Atalanta no tenía «ni las características ni la naturaleza requeridas para el Mar Rojo».
La situación en el Mar Rojo era «completamente diferente» a la de la zona de operaciones de Atalanta, el Océano Índico, donde la misión principal de la UE era luchar contra la piratería.
Varias compañías navieras suspendieron sus operaciones a través del Mar Rojo en respuesta a los ataques, prefiriendo realizar un viaje más largo por el sur de África.
Los hutíes dicen que continuarán sus ataques hasta que Israel ponga fin al conflicto en Gaza y atacarán a los buques de guerra estadounidenses si la propia milicia es el objetivo.
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