Pedro Sánchez ha sido nombrado oficialmente primer ministro interino de un gobierno interino que permanecerá en el cargo hasta que España resuelva la incertidumbre política que surgió de las elecciones no concluyentes del domingo.
Aunque el derechista Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijoo ganó la votación, no alcanzó la mayoría gobernante, lo que le dio al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez un salvavidas, ya que tienen más opciones para crear alianzas con partidos más pequeños.
“Declaro la destitución de Pedro Sánchez como jefe de Gobierno que permanecerá en el cargo hasta que asuma un nuevo presidente del Gobierno”, dijo el rey Felipe VI al Boletín Oficial.
Si el estancamiento político no se resuelve en los próximos meses, es probable que España tenga que celebrar nuevas elecciones.
Aunque el PP de Feijoo ha ganado 136 de los 350 escaños del Parlamento, está lejos de los 176 necesarios para gobernar, y aún con el apoyo de la ultraderecha Vox, solo puede llegar a 169.
Aun así, Feijoo ha reclamado el derecho a formar un Gobierno en minoría como ganador de la votación, y ha iniciado este lunes conversaciones con varios partidos regionalistas que parecen abocados dadas las posiciones extremas de Vox y su fuerte oposición a la autonomía regional.
El partido vasco PNV, que ganó cinco escaños, dijo que no tenía interés en hablar con Feijoo.
Aunque el bloque de izquierda ganó menos escaños, con el PSOE terminando segundo con 122 escaños y su aliado de izquierda radical Sumar ganando 31, pueden buscar el apoyo de ERC, un partido separatista catalán de izquierda y separatistas vascos Bildu.
El mayor desafío para Sánchez sería asegurar la abstención del partido separatista catalán de línea dura Junts en una votación de nominación parlamentaria.
Sumar dijo que ha dado instrucciones a uno de sus representantes catalanes para buscar conversaciones con Junts que, con sus siete escaños, ahora tiene un papel crucial que desempeñar en la formación del gobierno, incluso si ese papel es la abstención.
Si todo encaja, Sánchez podría reunir a 172 legisladores detrás de él, lo que sería suficiente para aprobar una segunda votación de nominación donde solo se requiere una mayoría simple.
Pero los dos bloques rivales aún esperan el conteo de votos en el extranjero, que no comenzará hasta el viernes y podría demorar varios días.
Según los medios, estas cifras podrían inclinar los escaños en un sentido u otro en las provincias donde sólo unos pocos votos separaban a la izquierda de la derecha.
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