Su Majestad ha cumplido una apretada agenda en la XXVIII Cumbre Iberoamericana de esta capital, a la que el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, no ha podido llegar a primera hora.

Felipe VI aprovechó su intervención para animar a los participantes a encontrar un espacio de mayor intercambio y cooperación con la UE, cuya presidencia asumirá España en el segundo semestre del presente año.

Abogó por seguir estrechando los lazos entre los países iberoamericanos con las oportunidades que ofrece un gran proyecto “que requiere una visión estratégica común y el mayor compromiso de todos”.

El soberano destacó la realización de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Bruselas en julio.

Anunció que en la capital belga “se presentará una cartera de proyectos de inversión estratégicos para la región que contarán con el apoyo de la UE y sus Estados miembros”.

El Rey de España se ha reunido este sábado con los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de República Dominicana, Luis Abinader.

Asimismo, conversó con una representación de jóvenes líderes iberoamericanos sobre el futuro de la región, además de participar en un acto de apoyo al programa Iberoamericano para personas con discapacidad, orientado a la inclusión.

Completó su agenda con su presencia en la clausura del XIV Encuentro Empresarial Iberoamericano, junto a Abinader y los mandatarios de Ecuador, Guillermo Lasso; Paraguay, Mario Abdo Benítez, y el Secretario General Iberoamericano, Andrés Allamand.

El monarca español comentó, entre otros asuntos, el Acuerdo Global con México y el Acuerdo de Asociación de Chile con Centroamérica y con Mercosur.

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