El rey de España, Felipe VI, pidió el martes al primer ministro interino, Pedro Sánchez, que intentara formar un nuevo gobierno de coalición después de hablar con los líderes de los partidos políticos para determinar cuál de ellos tenía más posibilidades de ganar el apoyo de la mayoría en el Parlamento.

La equivalente española de la presidenta de la Cámara de Representantes, la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, anunció la decisión después de que el rey concluyera sus dos días de conversaciones y posteriormente la convocara.

El Partido Socialista de Sánchez quedó segundo detrás del conservador Partido Popular en las elecciones españolas del 23 de julio. El monarca pidió primero al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que intentara formar gobierno, pero Feijóo no logró obtener suficiente apoyo parlamentario la semana pasada.

“Acepté la petición del rey”, dijo Sánchez en una rueda de prensa el martes en la que prometió trabajar por un gobierno progresista.

Sánchez, de 51 años, ha sido primer ministro de España en una coalición minoritaria de izquierda durante cinco años y líder interino del país hasta que se forme un nuevo gobierno. Dijo el martes que consultaría a todos los partidos excepto al partido de extrema derecha Vox para intentar formar una mayoría de gobierno.

Vox recibió el tercer mayor número de votos en las elecciones, lo que produjo un parlamento dividido compuesto por 350 legisladores de 11 partidos, lo que dificultó que cualquiera de ellos obtuviera el poder.

Inicialmente, Sánchez planea intentar formar una coalición con Sumar, un movimiento de pequeños partidos de izquierda que terminó cuarto en las elecciones. Si no hay ningún gobierno en el poder antes del 27 de noviembre, se celebrarán nuevas elecciones nacionales el 14 de enero.

Los legisladores rechazaron el viernes el segundo llamado de apoyo de Feijóo por 177 votos contra 172. Sánchez, cuyo partido tiene 122 escaños, espera poder convencer a quienes votaron en contra de Feijóo de que le den los 176 votos necesarios para obtener la mayoría.

Los socialistas demostraron que su estrategia podía funcionar cuando Armengol derrotó al candidato del Partido Popular a la presidencia del Congreso de los Diputados por 178 votos contra 139 el 17 de agosto.

Para seguir siendo primer ministro, Sánchez necesita el apoyo de dos pequeños partidos que quieren la independencia de la región de Cataluña en el noreste de España. A cambio, ambos partidos exigieron un referéndum de autodeterminación para la región y una amnistía para quizás miles de personas que participaron en la fallida campaña de secesión de Cataluña de 2017.

El Partido Popular y su aliado Vox se han comprometido a impugnar ferozmente cualquier propuesta de amnistía o referéndum sobre la independencia.

Aunque Sánchez ha indultado a varios separatistas catalanes de alto perfil condenados en la campaña de secesión, ha descartado la celebración de un referéndum y evita mencionar una amnistía más amplia. Pero insiste en su deseo de continuar la normalización de las relaciones con Cataluña, donde las tensiones han disminuido enormemente en los últimos años.

El gobierno saliente de coalición minoritaria de Sánchez implementó políticas audaces en áreas como los derechos de las mujeres, las cuestiones laborales y el cambio climático.

Sánchez dijo que los resultados electorales y el rechazo parlamentario a la candidatura de Feijóo a primer ministro mostraron que una mayoría de españoles favorecía un gobierno más diverso y rechazaba la visión conservadora de la derecha para el país.

«Si algo dijeron los españoles el 23 de julio es que no podemos presidir el gobierno de la nación sin entender la pluralidad política del parlamento o la diversidad territorial de la nación», dijo el martes.