La confirmación de Illa por parte del Parlamento catalán pone fin a una década de gobierno regional separatista en la región nororiental de España.
El Parlamento catalán confirmó a Salvador Illa, un aliado del primer ministro español Pedro Sánchez, cuyos socialistas obtuvieron el primer lugar en las elecciones regionales de mayo, como jefe del gobierno catalán, poniendo fin a más de una década de gobierno separatista.
Sánchez celebró el jueves el nombramiento de Illa y dijo que será un gran presidente para el gobierno regional de Cataluña.
“Trabajamos juntos en las circunstancias más adversas. Conozco tu amor por Cataluña. Conozco tu templanza, tu sentido común y tu capacidad de trabajo. Exactamente lo que Cataluña necesita”, escribió Sánchez en una publicación en las redes sociales.
Illa sucederá a Pere Aragonès, de Esquerra Republicana de Cataluña, favorable a la independencia catalana.
Sin embargo, en una señal de posible mayor malestar, la elección de Illa fue eclipsada por el líder separatista Carles Puigdemont, quien apareció en un mitin en Barcelona desafiando una orden de arresto después de siete años de exilio autoimpuesto, y luego desapareció antes de que la policía pudiera arrestarlo.
Puigdemont dijo a la multitud que quería revivir el movimiento independentista que hundió a España en una profunda crisis política hace siete años, cuando Cataluña intentó separarse de España tras un referéndum considerado ilegal por los tribunales.
“He venido hoy para recordarles que todavía estamos aquí”, dijo Puigdemont ante miles de seguidores que lo vitoreaban. “Viva Cataluña”.
El partido de Puigdemont, Junts per Catalunya, quedó segundo en las elecciones de mayo, mientras hacía campaña desde Francia.
La independencia de Cataluña, una región de 7,5 millones de habitantes en el noreste de España, es un importante escollo en la política española.
El referéndum de 2017, apoyado por Puigdemont, preguntó a los votantes si “quieren que Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república”.
La abrumadora mayoría de los votantes apoyó la independencia, pero la participación fue del 43 por ciento ya que los sindicalistas boicotearon las elecciones.
España consideró la votación ilegítima y tomó medidas enérgicas contra sus organizadores, arrestando al menos a 14 funcionarios involucrados en la operación.
En 2021, Sánchez indultó a nueve líderes separatistas catalanes, prometiendo una «era de diálogo». Puigdemont no era uno de ellos.
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