España busca mejorar los derechos de los artistas en la UE, pero las reformas laborales en casa fracasan

Una de las prioridades de España para su presidencia de seis meses de la Unión Europea es mejorar las condiciones laborales de los artistas y trabajadores culturales en los 27 estados miembros del bloque. Pero los críticos dicen que las reformas laborales nacionales, introducidas a principios de este año y ahora atrapadas en un vacío político, no van lo suficientemente lejos como para mejorar la precaria situación laboral de los artistas en casa.

En junio, las comisiones de Cultura y Empleo del Parlamento Europeo publicaron un informe conjunto pidiendo un marco a escala europea para garantizar salarios dignos, prácticas laborales justas y acceso a la seguridad social para los profesionales de la cultura. El informe fue escrito en coautoría por el eurodiputado español Domènec Ruiz Devesa y el eurodiputado holandés Antonius Manders.

Destaca la “precariedad e inestabilidad” que enfrentan muchos trabajadores culturales, citando ingresos impredecibles y la falta de apoyo al desempleo entre los principales desafíos. Devesa espera que el informe sea aprobado antes del Consejo Europeo de noviembre, para que los ministros puedan utilizar las recomendaciones como base de debate.

Devesa cuenta la revista de artes que las recomendaciones sigan el modelo español. En enero, el gobierno socialista de Pedro Sánchez aprobó su primera reforma legislativa significativa destinada a implementar el llamado Estatuto de Artista. El decreto tiene como objetivo apoyar a unos 70.000 artistas registrados en todo el país, incluso mediante la creación de prestaciones de desempleo específicas y reducciones en los tipos del impuesto sobre la renta de las personas físicas. También permite a los artistas seguir trabajando hasta la jubilación sin tener que renunciar a su pensión.

“El decreto es uno de los avances más importantes realizados hasta el momento, pero sólo concierne a artistas intérpretes, músicos, actores y técnicos”, subraya Gloria Reguero, grabadora y presidenta de la Unión de Artistas Contemporáneos de España. . Los artistas visuales, en particular los pintores y escultores, no son considerados oficialmente “artistas” cuando se registran como trabajadores autónomos en España, sino como “profesionales liberales” y, por tanto, están excluidos de la reforma. “Por artista nos referimos a alguien que aparece en televisión o que sube a un escenario. La palabra es la misma, pero el concepto no”, explica Reguero.

La reforma del Estatuto del Artista está ahora en suspenso tras los resultados no concluyentes de las elecciones generales españolas del 23 de julio, que dejaron un parlamento sin mayoría clara en el poder. El líder conservador de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, tiene la primera oportunidad de formar gobierno en una votación parlamentaria el 27 de septiembre; si fracasa, Sánchez buscará otro mandato. «Suponemos que con un Gobierno socialista habrá continuidad, pero de momento no podemos saberlo», añade Reguero.

Mientras tanto, el simple hecho de operar como artista registrado en España conlleva presiones financieras. Jesús Díaz, compositor de música para cine y televisión, explica: “En España cuesta alrededor de 300 euros al mes darse de alta como autónomo. Eso es mucho dinero, considerando que es muy difícil iniciar un negocio en las artes.

La Fédération nationale espagnole de la musique a salué le décret mais prévient que les mesures sont « insuffisantes » dans la mesure où les artistes indépendants dont le revenu annuel est inférieur à 3 000 € seraient toujours tenus de payer 1 932 € par an de frais d ‘Registro.

Los costes prohibitivos significan que algunos creativos españoles evitan el sistema por completo. David, un fotoperiodista de 29 años, dice: “No puedo permitirme registrarme y tengo otro trabajo adicional, en un bar, para cubrir mis gastos. » Luchó por seguir una carrera de fotoperiodismo a tiempo completo. “No creo que gane lo suficiente para poder jubilarme en buenas condiciones”, añade.

El informe presentado al Parlamento Europeo señala que el 38% de los profesionales de las industrias culturales y creativas se encuentran en el 30% de los salarios más bajos de la UE.

Ander Torres

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