Tres incendios forestales que asolaron más de 1.000 hectáreas (2.470 acres) en España durante el fin de semana estaban bajo control el lunes, pero el país seguía en alerta de clima cálido mientras enfrentaba su tercera ola de calor del verano.
Las regiones de Andalucía en el sur, el centro de Castilla-La Mancha y Extremadura en el oeste han sido puestas en alerta naranja y se espera que las temperaturas alcancen los 43 grados centígrados (109 Fahrenheit) el lunes, según la agencia meteorológica nacional Aemet.
Esta es la tercera ola de calor del verano que azota la Península Ibérica y se espera que dure hasta el jueves.
Un incendio que se produjo el domingo a unos 10 kilómetros de la localidad costera de Cádiz, un popular destino turístico en el océano Atlántico, se había «estabilizado» a medianoche, informó el servicio de bomberos de Infoca en X, antes conocido como Twitter.
Otro incendio, también contenido, arrasó entre el sábado y el domingo unas 450 hectáreas cerca de la ciudad de Huelva, en el suroeste del país.
En Cataluña, en la costa mediterránea cerca de la frontera francesa, los bomberos trabajaban desde el viernes para apagar un incendio, tarea que se vio complicada por las ráfagas de viento.
Los bomberos catalanes dijeron el lunes que el incendio ya estaba bajo control, aunque una treintena de unidades de extinción seguían en el lugar, donde ardieron casi 600 hectáreas, dijeron las autoridades forestales.
Cataluña y Andalucía son las dos regiones más frecuentemente afectadas por la sequía, lo que crea condiciones propicias para los incendios.
Más de 70.000 hectáreas han quemado en España desde principios de año, tras un récord en 2022 cuando se destruyeron más de 300.000 hectáreas, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (Effis).
Los expertos creen que el aumento de la frecuencia de las olas de calor, que además son cada vez más largas e intensas, es consecuencia del cambio climático.
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