MADRID (Reuters) – Se esperaba que la tercera ola de calor del verano español alcanzara su punto máximo el miércoles, con temperaturas que alcanzaron los 44 grados centígrados (111 grados Fahrenheit) en el centro y sur de España y las autoridades advirtieron sobre el riesgo de incendios forestales.
El mercurio también podría alcanzar los 40°C en el País Vasco, en el noreste de España, una región menos acostumbrada a temperaturas tan altas, dijo la agencia meteorológica nacional AEMET.
Advirtió sobre las llamadas tormentas secas -truenos y relámpagos sin precipitaciones- en muchas partes del país.
Los países del sur de Europa han estado lidiando con temperaturas récord este verano, lo que llevó a las autoridades a advertir sobre los riesgos para la salud, especialmente para los ancianos y las personas con problemas de salud.
Las temperaturas en partes de la mitad sur de España se mantuvieron por encima de los 27 ° C el martes por la noche y el miércoles por la mañana, dijo el portavoz de AEMET, Rubén del Campo.
“El miércoles será el día más intenso en cuanto a extensión y temperaturas”, dijo Del Campo, quien agregó que la ola de calor se prolongará durante el fin de semana.
Como la temporada turística también estaba llegando a su punto máximo, los turistas en Madrid recibían más sol de lo que esperaban. Los empleados rociaron con agua a los visitantes que hacían cola en el Museo del Prado. Los turistas dijeron que se quedaron a la sombra, bebieron mucha agua y comieron helado para mantenerse frescos.
Las olas de calor en España y Europa este verano han empeorado una sequía prolongada, bajando los niveles de los embalses a medida que aumenta la evaporación y el consumo de agua y llevando a las autoridades catalanas a imponer nuevas restricciones en el uso del agua.
Mientras España se sofoca con las altas temperaturas, el hielo de sus montañas se está derritiendo.
La Cryosphère, una revista científica centrada en el agua y el suelo congelados, publicó el martes un artículo revisado por pares que muestra cómo el glaciar Aneto, el más grande de los Pirineos, se está derritiendo y podría desaparecer por completo.
El artículo muestra que el glaciar perdió cerca de dos tercios de su superficie entre 1981 y 2022 y se redujo a apenas medio kilómetro cuadrado. El espesor medio del hielo del glaciar se ha reducido en unos 30 metros durante el mismo período.
El deshielo se aceleró en 2021 y 2022, años especialmente calurosos en España.
(Reporte de Charlie Devereux e Inti Landauro, editado por Angus MacSwan)
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