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MADRID — El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha advertido que la decisión del Tribunal Supremo de bloquear una iniciativa parlamentaria ha desencadenado una crisis institucional sin precedentes en la era moderna del país y entre las democracias europeas.
El primer ministro socialista habló el día después de que la Corte Constitucional aceptara una apelación de los conservadores de la oposición contra una enmienda del gobierno sobre el poder judicial, que detuvo la aprobación de la legislación en el parlamento.
La semana pasada, el Congreso aprobó el cambio, que reduce la mayoría necesaria en la Cámara para nombrar a los jueces superiores. Sin embargo, la decisión de la corte impide que el proyecto de ley sea aprobado por el Senado, donde se someterá a votación esta semana.
En declaraciones televisadas, Sánchez dijo que aceptaba la decisión del tribunal, pero que significaba que «por primera vez, nuestros legítimos representantes, elegidos democráticamente por los españoles… se ven impedidos de ejercer su deber de representación».
Agregó que esta situación “no tiene precedentes en la historia democrática de nuestro país, ni en los espacios institucionales europeos”.
El presidente del Gobierno culpó del enfrentamiento al conservador Partido Popular (PP), que presentó el recurso contra la enmienda, tras alegar que violaba normas constitucionales tras ser incluida en el último momento como parte de la reforma del código penal por parte del Gobierno.
Sánchez acusó al PP de intentar utilizar el poder judicial para ejercer el poder político que había perdido en las elecciones.
El Partido Socialista Obrero (PSOE) de Sánchez y su socio menor de coalición, Unidas Podemos (UP), habían pedido la inhabilitación de dos de los jueces del Tribunal Constitucional, argumentando que su mandato había expirado y que, por lo tanto, estaban decidiendo efectivamente su propio futuro. Sin embargo, esta demanda fue desestimada.
La decisión de la corte ahora significa que continuará un estancamiento de cuatro años causado por un desacuerdo entre el PSOE y el PP sobre el nombramiento de nuevos jueces. Sánchez dijo que su gobierno seguirá buscando una solución al estancamiento.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, acogió con satisfacción la decisión y dijo que el gobierno había violado las normas constitucionales al intentar reformar el poder judicial, diciendo que Sánchez se había desviado hacia el «populismo extremista».
“Esta es una legislatura extravagante que atenta contra la tradición democrática de nuestro país”, dijo. “El gobierno está obsesionado con controlar nuestras instituciones públicas”.
La decisión del tribunal no afecta otros cambios aprobados por el Congreso como parte de la reforma del código penal. Incluyen la eliminación del delito de sedición y reducciones de las penas por malversación de caudales públicos en determinados supuestos. La oposición acusó al Gobierno de complacer a los nacionalistas catalanes con los dos cambios.
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