El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, dijo el pasado fin de semana que el plan de ahorro «plantea las mismas temperaturas para una tienda de congelados que para una librería, poner las mismas temperaturas para una frutería que para una tienda de ropa es simplemente improvisación».

Este no es el caso. Están exentos los centros de salud y hospitales, centros de formación -como escuelas, universidades y guarderías-, peluquerías, gimnasios, aviones y trenes. Lo mismo ocurre con las habitaciones de hotel, que se consideran espacios privados. Por el contrario, las zonas comunes de hoteles, estaciones de autobús, metro o tren, teatros, cines, comercios o salas de exposiciones deberán cumplirla, aunque con flexibilidad.

La Vicepresidenta Tercera y Ministra para la Transición Ecológica ha señalado en varias ocasiones en los últimos días que habrá flexibilizaciones, en particular para los pequeños establecimientos y comercios. «Las grandes empresas tienen la capacidad de empezar de inmediato», dijo el martes en una entrevista en la Cadena SER. No ocurre lo mismo, dice, con «una pequeña librería» que «puede tener dificultades, o una tienda de comestibles».

Además, los umbrales de temperatura -19 y 27 grados- ya deben cumplir con otro Real Decreto, 486/1997, por el que se establecían las disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo. Esta normativa se aprobó bajo el Gobierno del PP presidido por José María Aznar y con Javier Arenas como ministro de Trabajo y Asuntos Sociales.

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