Un tribunal español multó el lunes a un exjefe deportivo con 5.400 euros (7.300 dólares) por presentar atletas sanos en los Juegos Paralímpicos de Sydney 2000 en un intento por ganar medallas. La justicia de Madrid declaró culpable de fraude al expresidente de la Federación Española de Deportes para Discapacitados Psíquicos, Fernando Martín Vicente, y le condenó a pagar la multa y devolver los 142.355 euros en concepto de subvenciones gubernamentales que la federación recibía para los deportistas sin discapacidad. El escándalo estalló en noviembre de 2000 cuando Carlos Ribagorda, miembro del equipo español de baloncesto con discapacidad intelectual ganador de la medalla de oro en Sydney, afirmó que él y otros atletas en categorías como atletismo, tenis de mesa y natación no eran deficientes mentales. «De los 200 deportistas españoles presentes en Sídney, al menos 15 no tenían ninguna discapacidad física ni psíquica, ni siquiera pasaron un reconocimiento médico o psicológico», escribió en la revista Capital apenas unos días después del final de los Juegos Paralímpicos. . Ribargorda dijo que había jugado en la selección española de baloncesto paralímpico durante más de dos años pero que no tenía ninguna discapacidad mental. Dijo que la única prueba que le pidieron que realizara durante su primer entrenamiento fueron seis flexiones, después de lo cual le tomaron la presión arterial. España tuvo sus Juegos Paralímpicos más exitosos en Sydney, ganando 107 medallas para terminar tercero en el medallero después de Australia y Gran Bretaña. Martín Vicente dimitió poco después de la publicación del artículo de Capital como presidente de la Federación Española de Deportes para Discapacitados Psíquicos, encargada de controlar a algunos participantes en los Juegos Paralímpicos de Sídney, afirmando que aceptaba «total la responsabilidad». Sostuvo que las evaluaciones psicológicas de los atletas con discapacidad mental eran difíciles y que se habían cometido errores. «Si alguien quiere hacer trampa, es difícil de detectar. Es fácil fingir que no eres muy inteligente, pero lo contrario es difícil», afirmó al anunciar su dimisión. Otras dieciocho personas, entre ellas miembros del equipo de baloncesto que viajó a Sídney y dirigentes de la Federación Española de Deportes para Discapacitados Psíquicos, también fueron acusadas en el caso, pero el tribunal desestimó el lunes los cargos y los mantuvo.
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