Los restos del fundador del movimiento fascista Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, fueron exhumados este lunes en medio de polémicas políticas y enfrentamientos entre partidarios del exdictador Francisco Franco y la policía española.
Primo de Rivera fue fusilado en 1936, año en que se inició la Guerra Civil española tras ser declarado culpable por un Tribunal Popular de conspiración y rebelión militar contra el gobierno de la Segunda República.
Su muerte, a los 33 años, lo convirtió en una figura legendaria entre los rebeldes fascistas contra la República Socialista y más tarde entre los partidarios del exdictador Francisco Franco.
Su tumba se encontraba en la Basílica del antiguo Valle de los Caídos, el mausoleo de un héroe erigido tras la victoria de Franco en la Guerra Civil Española de 1936-1939.
El sitio, que se convirtió en un símbolo del fascismo español, desde entonces ha sido renombrado Valle de Cuelgamuros, como se llamó originalmente, y ahora solo puede albergar los restos de los que murieron en la guerra civil.
Los restos de Primo de Rivera estaban allí desde que se inauguró el mausoleo hace 64 años. Franco será posteriormente enterrado junto a él.
Los restos del dictador debían ser exhumados en 2019 después de que el gobierno socialista de España aprobara la Ley de Memoria Histórica, que aborda el legado de la dictadura que duró desde el final de la guerra civil hasta la muerte de Franco en 1975.
Uno de los objetivos de la ley es devolver «justicia, reparación y dignidad» a las víctimas de la Guerra Civil española y el régimen fascista mediante la eliminación de símbolos y monumentos que honran a líderes fascistas como Franco y Primo de Rivera.
La exhumación de Primo de Rivera comenzó a puerta cerrada la madrugada de este lunes, con motivo del 120 aniversario de su nacimiento.
El féretro fue trasladado al cementerio en un coche fúnebre, escoltado por la Guardia Civil y un numeroso séquito de sus familiares.
Unas 100 personas, muchas de ellas mirones, se presentaron a las puertas del cementerio de San Isidro para esperar los restos, muchas de ellas ataviadas con camisetas y brazaletes con la bandera española, así como con banderas y símbolos de Falange.
Los restos del fundador de Falange serán reenterrados en el cementerio madrileño de San Isidro, el más antiguo de la capital, donde están enterrados otros familiares, como sus hermanos Miguel y Pilar.
(Fernando Heller | EuroEFE.EURACTIV.es)
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