MADRID (AP) — Se necesitan más políticas de inversión y regulación de la inmigración para los países de la cuenca sur del Mediterráneo que han sido duramente golpeados por la crisis alimentaria y energética provocada por la guerra de Rusia en Ucrania, dijo el jueves el jefe de política exterior de la Unión Europea.

En el VII foro regional de la Unión por el Mediterráneo que reunió a delegaciones de 43 países, Josep Borrell dijo que los países del Sur necesitan apoyo para reducir la creciente brecha económica con los países del Norte.

Borrell dijo que la guerra había «abortado el crecimiento que empezaba a darse y está sentando las bases para una crisis financiera, más inflación y menos crecimiento».

Delegaciones de los 27 Estados miembros de la UE y 16 países socios mediterráneos del norte de África, Asia occidental y el sur de Europa se reunieron para el foro en Barcelona, ​​​​noreste de España.

Borrell dijo que «nos debería preocupar a todos» que la brecha económica se amplíe no sólo entre el norte y el sur, sino entre los propios países del sur «que amplían sus diferencias y no resuelven sus conflictos».

Dijo que los países del Sur constituyen una de las regiones menos integradas económicamente del mundo, con la mitad de la población de la región menor de 24 años.

“Es una población muy joven en busca de oportunidades”, dijo, y agregó que se necesita más desarrollo y migración regulada. “Tenemos que dar oportunidades”

La Unión por el Mediterráneo tiene como objetivo promover el diálogo y la cooperación entre sus países miembros a pesar de sus diferencias económicas y políticas.

La reunión anunció a Macedonia del Norte como su miembro más nuevo.

El foro firmó un acuerdo para lanzar el proyecto de cable de comunicación submarino Medusa entre los países del sur de Europa de Portugal, España, Francia, Italia, Grecia y Chipre y los países del norte de África que son Marruecos, Argelia, Túnez y Egipto.