Con un movimiento de muñeca, los residentes de una casa futurista construida en España pueden navegar por las páginas de Internet que aparecen en las paredes del salón, apagar un despertador gigante proyectado en el dormitorio o transformar todo el interior en un animado paisaje urbano o una tranquila playa. .

Puede parecer que está a años luz de la tecnología actual de «hogar inteligente», pero este prototipo de apartamento en Fuenterrabía, una ciudad en el País Vasco del norte de España, está lejos del reino de la fantasía.

La tecnología utilizada para crear el interior interactivo es la misma que ya se utiliza en los videojuegos.

El equipo detrás del prototipo combinó proyectores que transmiten aplicaciones interactivas en las paredes con sensores de movimiento Kinect, desarrollado por Microsoft para su consola X-box 360, que permite a los residentes controlar su entorno con un simple gesto de la mano.

Parece funcionar como magia.

Por la mañana, un cartel en la pared apagará la alarma y mostrará tu calendario al mismo tiempo.

Si te apetece cambiar de escenario, con un pequeño gesto se proyectará el vídeo en cada pared, transformando la mitad del apartamento en una bulliciosa calle de la ciudad o en un pintoresco paisaje marino, todo ello con efectos de sonido.

«El proyecto es un prototipo funcional de casa inteligente», afirmó su creador, Ion Cuervas-Mons, durante una presentación visual del proyecto a la AFP en Madrid.

“Lo que hicimos fue agregar una capa digital a un espacio físico para poder interactuar con la información digital a través de gestos, los diferentes movimientos de las personas”, dijo.

Cuervas-Mons inició el proyecto Openarch en noviembre de 2011 y construyó el prototipo en su propio apartamento.

Ahora dirige Think Big Factory, un equipo central de cinco arquitectos e ingenieros que colaboran con otros para desarrollar diversos productos.

“Hay una interfaz general, que está en el salón y que interactúa con las manos”, explica.

«Te alejas dos metros de la pared y mueves una especie de control deslizante y puedes encender y apagar las luces, encender y apagar la música, abrir sitios web, que luego aparecen en una proyección en otra pared».

Pero el proyecto sólo está avanzado en un 40 por ciento, afirmó.

«Cuando terminemos el prototipo, comenzaremos a convertir las aplicaciones en productos. Este es nuestro objetivo para el próximo año», afirmó.

El equipo de desarrollo quiere que el sistema sea discreto para que el usuario pueda manipular los dispositivos de la forma más natural posible.

En lugar de intentar vender todo el sistema doméstico interactivo, el equipo pretende desarrollar productos específicos a partir de él.

Pero cada producto podría comunicarse, lo que permitiría al comprador crear un sistema para todo el hogar si así lo deseara.

Y los hogares no son el único destino de esta tecnología, afirmó Cuervas-Mons.

«Por ejemplo, estamos trabajando con una gran empresa minorista y el primer sector en el que podríamos ver esta tecnología podrían ser los supermercados», dijo.

«Esta tecnología te permite transformar espacios no comerciales en espacios comerciales. Podrás comprar en cualquier lugar. Podrás comprar desde tu casa, desde el metro, desde tu coche», dijo. «Creo que va a cambiar totalmente la forma en que compramos».