Los Humedales de Doñana son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se consideran una de las biosferas clave de Europa. Ubicado en un estuario donde el río Guadalquivir se encuentra con el Océano Atlántico, sus 74.000 hectáreas (182.000 acres) son un sitio de invernada para medio millón de aves acuáticas y una escala para millones de otras aves migratorias desde África hacia el norte de Europa.

Pero las lagunas y pantanos del parque se están reduciendo bajo la presión de los agricultores locales, algunos de los cuales están utilizando pozos ilegales para explotar su acuífero subyacente. La situación ha empeorado por la sequía en un año 2022 récord para España.

Sin embargo, el conservador Partido Popular que gobierna el sur de Andalucía está impulsando nuevamente un proyecto de ley que redefiniría más tierras de cultivo cerca del parque como irrigables. Llega un año después de que el partido archivara una iniciativa similar. Ahora lo tienen de nuevo en la agenda de cara a las elecciones municipales del 28 de mayo en toda España.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea condenó a España por descuidar los humedales en 2021. A esto le siguió una primera carta de Fink-Hooijer instando a España a actuar. El gobierno central respondió con un plan para acelerar el cierre de pozos ilegales cerca del parque, un plan para redirigir el agua superficial de una cuenca fluvial cercana y comprometiendo 350 millones de euros (377 millones de dólares) para proteger la reserva.

Fink-Hooijer advirtió en su segunda carta enviada el lunes que España podría enfrentarse esta vez a una multa si las autoridades siguen incumpliendo su deber de proteger Doñana.

Las autoridades regionales de Andalucía que quieren expandir la tierra irrigable dicen que el agua para los 650 agricultores que dicen que se beneficiarían del plan provendría de aguas superficiales, en lugar de pozos.

Sin embargo, otros agricultores locales que usan pozos de manera legal en el área han argumentado que cualquier agua nueva que ingrese al área debería llegar a ellos para que puedan dejar de usar los pozos y así ayudar a restaurar el acuífero.

WWF dijo en un comunicado el martes que las autoridades del agua «no anticipan ningún aumento en la disponibilidad de agua» en el área.

“Es urgente y necesario adoptar medidas para reducir el consumo de agua y revertir el mal estado del acuífero”, dijo el grupo ambientalista.

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