Se cree que el aumento de las temperaturas en España es responsable del creciente número de cucarachas alemanas resistentes a los insecticidas.
El cambio climático podría provocar un preocupante aumento del número de plagas de cucarachas en España, así como cambios en su composición genética.
En lo que va de año, las autoridades españolas han informado de un aumento significativo de las infestaciones, un 33% más que la tasa de 2023.
Los expertos dicen que las temperaturas récord son la causa de estas cucarachas «mutantes». El aumento de calor acelera los ciclos metabólicos de las plagas, y esto es especialmente evidente en el caso de la cucaracha alemana. Esto es preocupante porque esta variedad prevalece en los hogares y negocios relacionados con la alimentación.
Las temperaturas más cálidas que el promedio también significan que la temporada de reproducción de estas criaturas se está alargando y su resistencia genética a los insecticidas convencionales se ha fortalecido.
Todos estos factores están relacionados con un problema de salud pública más amplio y grave, con avistamientos más frecuentes en entornos residenciales y comerciales.
¿Cómo ha provocado el cambio climático estos cambios en las cucarachas?
Jorge Galván es director de la Asociación Nacional de Empresas de Salud Ambiental (ANECPLA). En declaraciones al periódico español 20 Minutos, dijo que a los expertos les preocupa que este cambio genético dificulte el control eficaz de la población de cucarachas.
Los controladores de plagas, sin embargo, están tratando de combatir este creciente problema. Están avanzando hacia el uso de métodos menos invasivos y más sostenibles, que van desde prácticas sanitarias mejoradas hasta trampas mecánicas.
La necesidad de estos diferentes métodos parece ser el calentamiento global. Durante los últimos años, España ha evolucionado gradualmente de un clima subtropical a uno tropical, lo que ha dado lugar a períodos de actividad más prolongados para plagas como las cucarachas.
La cucaracha alemana se detectó por primera vez en Europa en el siglo XVIII y fue controlada mediante diversos métodos durante décadas.
En la década de 1990, la fumigación contra insectos fue reemplazada por el uso de cebos azucarados que contenían insecticidas. Estos liberan menos sustancias químicas que pueden dañar el medio ambiente.
La raza actual de cucarachas es cada vez menos susceptible a este tipo de asesino, lo que significa que más de ellas pueden sobrevivir… y por más tiempo.
La variedad germánica estuvo aislada en la región de las Islas Canarias frente a la costa de Marruecos, en zonas continentales como Andalucía y la costa mediterránea, así como en las Islas Baleares al este de España.
Las cucarachas suelen salir de su propia forma de hibernación a medida que se acerca la primavera, y ahora, con el aumento de las temperaturas, la proliferación de estos parásitos en España es un problema de salud pública cada vez más preocupante.
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