BARCELONA, España – Cataluña celebra elecciones regionales el domingo, cuyos resultados afectarán la política nacional española.

La votación será una prueba tanto de la fuerza del movimiento separatista en la rica región nororiental de España como de las políticas del primer ministro Pedro Sánchez.

Más de 5,7 millones de votantes tienen derecho a elegir legisladores en el parlamento regional con sede en Barcelona.

Los separatistas han ocupado el gobierno regional durante más de una década. Pero las encuestas y las elecciones nacionales de julio muestran que el apoyo a la secesión ha disminuido algo desde que el expresidente regional Carles Puigdemont encabezó un intento separatista ilegal –e inútil– en 2017.

Puigdemont ha estado evadiendo las leyes españolas desde que huyó del país días después de su fallido intento de secesión. Pero eso no le impide presentarse a estas elecciones mientras hace campaña en el sur de Francia. Dijo que regresaría a España cuando los legisladores recién elegidos se reúnan para elegir un presidente regional, después de las elecciones.

Para entonces, Puigdemont espera estar libre de problemas legales después de que el parlamento español dé la aprobación final a una controvertida amnistía para él y cientos de otros separatistas.

La amnistía es parte de los intensos esfuerzos de Sánchez para reducir las tensiones en Cataluña, que también incluyeron el indulto de destacados separatistas encarcelados. Si los votantes no validan esto apoyando a su partido socialista, sería un duro golpe para el líder que encabeza una coalición minoritaria en Madrid.

Sánchez hizo campaña junto a Salvador Illa, el candidato de los socialistas. Illa obtuvo la mayor cantidad de votos en las elecciones regionales de 2021, pero no pudo evitar que el separatista Père Aragonès formara gobierno.

Las elecciones estarán marcadas por una batalla dentro del campo separatista entre el partido conservador Conjunto de Puigdemont y la Esquerra Republicana de Cataluña de Aragonès.

Un partido pro secesionista de extrema derecha llamado Alianza Catalana, que denuncia la inmigración ilegal así como al Estado español, espera obtener representación parlamentaria.

Un total de nueve partidos están en liza y no se espera que ninguno de ellos obtenga suficientes votos para alcanzar una mayoría absoluta de 68 escaños en la Cámara. Por lo tanto, alcanzar acuerdos será crucial.