La Península Ibérica está soportando la peor parte del cambio climático en Europa, siendo testigo de olas de calor, sequías e incendios cada vez más intensos.
La temperatura subió a 46,4 grados centígrados (115,5 Fahrenheit) en Santarem, en el centro de Portugal, el lunes, un récord para 2023 según datos provisionales de la oficina meteorológica.
Más de 1.000 bomberos apoyados por 10 aviones bombarderos combatían un incendio que ya ha quemado miles de hectáreas cerca de Odemira, en el suroeste de Portugal, no lejos del centro turístico del Algarve.
Casi 10.000 hectáreas (25.000 acres) han quedado ennegrecidas desde el sábado, dijo Vitor Vaz Pinto, de la agencia de protección civil, y agregó que el fuego aún se estaba extendiendo «en dos frentes».
Medios locales informaron que una casa así como un alojamiento turístico rural habían sido destruidos, lo que aún no había sido confirmado por las autoridades.
Cerca de 1.500 personas, residentes y turistas, fueron evacuadas de la zona.
«Fue terrible, había llamas por todos lados y tuvimos que pelear. No había nadie para ayudarnos, por suerte tenía tres amigos que vinieron a ayudarme», dijo a la AFP Ana Costa, una campesina local.
Unas 40 personas, incluidos 28 bomberos, recibieron tratamiento médico de emergencia.
Alertas de olas de calor
Un incendio forestal separado que ya ha destruido alrededor de 7.000 hectáreas (17.300 acres) en Leiria, en el centro de Portugal, se apagó un poco durante la noche del lunes.
En todo el país, casi 2.800 bomberos y 16 bombas de agua estaban en acción el martes.
Las advertencias meteorológicas se mantuvieron en Portugal y España.
Une grande partie de la moitié sud de l’Espagne était en alerte orange mardi, le service météorologique indiquant que les températures devraient dépasser 44 ° C mardi et mercredi, qui devraient être les jours les plus féroces de cette canicule, la troisième dans le pays este año.
La oficina meteorológica española (AEMET) ha emitido alertas rojas máximas para partes de Andalucía en el sur, la región de Madrid en el centro y el País Vasco en el extremo norte.
Más de 1.000 hectáreas de terreno han sido arrasadas por las llamas en España este fin de semana.
El lunes se registró un cuarto gran incendio forestal en Extremadura, en el centro de España, cerca de la frontera con Portugal. Los bomberos no pudieron contenerlo durante la noche.
En total, los incendios forestales han destruido este año 100.000 hectáreas de suelo en la Península Ibérica, según estimaciones preliminares. Esto se suma al récord de 400.000 hectáreas destruidas el año pasado.
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