Yakarta, 1 feb (EFE).- La activista indonesia Shinta Ratri, que luchó por los derechos de las personas LGBT+ en su país, murió este miércoles según informes de organizaciones activistas. Ella tenía 60 años.
La ONG GAYa NUSANTARA ha confirmado la muerte de Ratri, una mujer transmusulmana en sí misma, sin más detalles de su muerte.
«Nuestras condolencias (…) que te reencuentres con Dios», dijo la organización en su cuenta oficial de Instagram, junto a una foto de Ratri.
La activista fue una de las voces más influyentes por los derechos LGTBI, especialmente para las personas transgénero, en Indonesia, y es la fundadora de la única escuela coránica para la comunidad islámica LGTB+ en Yogyakarta, conocida como Pondok Pesantren Waria Al-Fatah.
Ratri recibió el año pasado los premios Casa Asia 2022 de España, que desde 2004 premian y difunden la labor de personas y entidades, públicas y privadas, que promueven el conocimiento, el diálogo y las relaciones entre España y la región de Asia-Pacífico.
La noticia de la muerte de Ratri conmocionó a la comunidad y activistas LGTB+, quienes le rindieron homenaje y elogiaron su labor.
«Shinta Ratri, activista de derechos humanos, pionera musulmana transgénero en Indonesia y directora de una escuela islámica para mujeres transgénero en Yogyakarta, falleció hoy. Que su alma sea bendecida y que muchos otros continúen su lucha», escribió el activista y académico Anmar Alfikar. en Twitter.
Durante su carrera como activista, Ratri ha resistido el auge del fundamentalismo islámico visto en los últimos años en la política de Indonesia, donde casi el 90% de los más de 260 millones de habitantes son musulmanes y practican una versión moderada del islam.
Además de los Premios Casa Asia 2022, Ratri recibió el Premio Front Line Defenders en 2019 en honor a su dedicación y valentía como activista de derechos humanos, trabajo que derivó en ataques y agresiones en su contra, incluida una agresión violenta en 2016 que obligó a la cierre de la escuela por un corto tiempo.
Actualmente, alrededor de 40 estudiantes están inscritos en la Escuela Al Fatah, donde se les enseña a orar y comprender el Corán, entre otras materias, y que sirve como un espacio seguro para que las mujeres trans ejerzan su derecho al culto religioso. EFE
sh-nbo/lds
«Social mediaholic. Estudiante. Incapaz de escribir con los guantes de boxeo puestos. Especialista en alcohol sin disculpas».