Un tribunal espagnol a jugé qu’Amazon avait enfreint la législation du travail en forçant plus de 2 000 chauffeurs-livreurs à utiliser une application que l’entreprise contrôlait pour planifier le travail et les paiements et les obligeant à utiliser leurs propres voitures et téléphones portables en el trabajo.
Amazon no podría tratar a los trabajadores que utilizan su aplicación Flex como autónomos porque la filial española del gigante del comercio electrónico “asume la potestad de tomar todas las decisiones relativas al servicio, fijando las condiciones de rendimiento y retribución, y las circunstancias del día, tiempo y duración» del trabajo, según la sentencia del Juzgado de lo Social de Madrid publicada este viernes.
Amazon dejó de usar la app Flex en España en 2021.
La decisión del viernes es el resultado de una demanda presentada por el organismo de seguridad social de España luego de una inspección laboral de 2019 en una fábrica de Amazon. La agencia gubernamental busca recuperar los pagos que Amazon debería haber hecho en nombre de los conductores.
Amazon ha sostenido durante mucho tiempo que Flex es una plataforma intermediaria entre mensajeros independientes y clientes en España, en lugar de un servicio de entrega completo.
«Respetamos la decisión del tribunal, pero no estamos de acuerdo y apelaremos», dijo la compañía en un comunicado, y agregó que estaba trabajando con varias empresas de entrega.
“Entre 2018 y 2021 también colaboramos con algunos autónomos a través del programa Amazon Flex, que representaba un pequeño porcentaje de la paquetería entregada en España”, añade.
La sentencia judicial es la última de una serie de medidas legales en España diseñadas para evitar que las empresas de aplicaciones de comercio electrónico y entrega designen a los trabajadores como autónomos cuando tienen poco control sobre sus horas e ingresos.
El gobierno de coalición socialista de España aprobó en 2021 la «Ley de Jinetes a Caballo», que clasifica a los repartidores de comida como empleados de las plataformas digitales para las que trabajan.
«Este es un paso más de la jurisprudencia como mecanismo reparador de las nuevas formas de trabajar» mediante aplicaciones, dijo el sindicato español UGT, que apoyó la demanda.
El fallo hace referencia a un fallo del Tribunal Supremo español de 2020, que determinó que la aplicación de entrega de alimentos Glovo, con sede en Barcelona, trataba ilegalmente a los «jinetes» como trabajadores por cuenta propia.
El Ministerio de Trabajo español multó a Glovo con 57 millones de euros (62 millones de dólares) el mes pasado por violar las mismas leyes laborales. Desde entonces, la compañía ha firmado un acuerdo con el gobierno regional de Madrid para entregar alimentos a las personas vulnerables de la ciudad.
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