La región española de la Costa del Sol de Andalucía es uno de sus destinos turísticos más populares. La Consejera de Turismo y Cultura de Andalucía ha dicho que ahora no es el momento de introducir un impuesto.
Arturo Bernal dijo que Andalucía necesitaba ‘centrarse en lo que es importante’, como la sequía y los problemas de suministro de agua.
Él dijo: «Creo que tenemos problemas que son tan grandes que debemos abordarlos durante el próximo año y medio, y no tiene sentido desviar la atención a otros problemas».
A principios de esta semana, dijo: ‘Ahora no es el momento de imponer un impuesto turístico. Hablamos de tasa turística cuando la demanda es máxima, pero hay que poner las cosas en perspectiva.
“La demanda puede ser alta, pero los resultados del sector no son tan buenos como podrían ser.
«Los costos han subido y tenemos una inflación galopante y todo eso es muy preocupante».
LEER MÁS: Los pasajeros de las aerolíneas ‘podrían estar exagerando’ con ciertas opciones de ropa
Bernal dijo que los problemas de suministro de agua de la región deben resolverse antes de pensar en un impuesto turístico.
Los impuestos turísticos son controvertidos, pero la práctica ya existe en varias zonas populares de España.
Los turistas que visitan Barcelona pagan una tasa que varía según el tipo de alojamiento en el que se alojen.
Los turistas en las Islas Baleares también pagan un impuesto con la tarifa más baja para acampar y el impuesto más alto para estancias de lujo.
NO TE PIERDAS
El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, ha señalado: “El Gobierno de Benidorm, en la línea de lo que sostiene el sector, siempre ha defendido el ‘no y nunca’ a la tasa turística”.
Dijo que obligar a los visitantes a pagar una tarifa no era un buen ejemplo de hospitalidad y dejaba una mala impresión.
Muchas ciudades europeas cobran un impuesto turístico, incluidas Venecia y Roma en Italia y París en Francia.
Gales está realizando una consulta sobre la introducción de un impuesto, una propuesta que ha provocado la ira de algunos funcionarios de turismo.
El dinero de los impuestos turísticos a menudo se usa para pagar servicios esenciales en áreas trampa.
«Analista sin disculpas. Gurú aficionado a las redes sociales. Friki de Internet. Organizador. Estudiante independiente».